domingo, 24 de noviembre de 2013


LAS MORADAS o CASTILLO INTERIOR(3)

 

Teresa empezó a escribir este libro en Toledo a primeros de junio de 1577 y lo terminó en Ávila a últimos de noviembre. Pero no se encerró en su celda para concentrarse y escribir de seguido. Fueron muchas las ocupaciones y problemas que tuvo que solucionaren en esos meses. Propiamente dedicaría a componer su libro mes y medio.

En la celda, sentada en el suelo, sobre un corrcho, coloca el tintero y los folios de papel en un poyete ajustado a una ventana, y sin más medios, escribe Las Moradas,

Moja la pluma de ganso en un tintero casero, que ella misma se había fabricado. La tinta sale de unas raspaduras de hierro en agua, que poco a poco le da el color.

 Así´escribio el Castillo interior o las Moradas. Páginas que reflejan el estadio definitivo de su evolución espiritual, y completa el mensaje de las obras anteriores, Vida y Camino. El relato autobiográfico de Vida tiene ahora en Las Moradas una nueva versión, más sobria y discreta, más poética y teológica, más disfrazada de anonimato.en la vida espiritual, para bogar hacia lo hondo del misterio: la plenitud de la vida cristiana.

 El  proyecto del Castillo empalma con la autobiografía teresiana, que ha escrito en Vida. Vista a distancia de doce años, la Vida resultaba incompleta. Había que reanudar el relato y ultimarlo. O quizás rehacerlo de sana planta con enfoque teológico nuevo.

En posdata a una de sus cartas, escribe la Santa a su hermano Lorenzo el 17.1.77: "Al obispo (de Avila, Don Alvaro, envié a pedir el libro (la Vida), porque quizá se me antojará de acabarle con lo que después me ha dado el Señor, que se podría hacer otro y grande".

El motivo del "antojo" era doble: los últimos doce años habían aportado un caudal de experiencias netamente superior a las historiadas en Vida. Las ha anotado fragmentariamente en las Relaciones. Pero no se trataba sólo de nuevos materiales de construcción. Las vivencias del último quinquenio especialmente a partir del magisterio de fray Juan de la Cruz (1572) habían suministrado una nueva clave de interpretación de todo el arco de su vida. Con visión más unitaria y profunda. Con mejores posibilidades de síntesis teológica,basada en su experiencia.La experiencia es la fuente de este libro.Es una forma de conocer a Dios y darlo a conocer. A través de la experiencia recibida y entendida, Teresa adquiere una certeza subjetiva nueva de Dios que nos comunica en el libro de Las Moradas.

 

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