domingo, 21 de julio de 2013


 
 
 

 

LA FUNDACIÓN DE SALAMANCA ( 4)

 
En Salamanca Madre Teresa localizó un amigo suyo, al que encomendó que desalojara a los estudiantes que ocupaban la casa destinada a convento. “Desde una posada procuré saber de un buen hombre de allí, a quien tenía encomendado me tuviese desembarazada la casa, llamado Nicolás Gutiérrez, harto siervo de Dios . Este trabajó mucho en aquella fundación, con harta devoción y voluntad. Como vino, díjome que la casa no estaba desembarazada, que no había podido acabar con los estudiantes que saliesen de ella. Yo le dije lo que importaba que luego nos la diesen, antes que se entendiese que yo estaba en el lugar; que siempre andaba con miedo no hubiese algún estorbo, como tengo dicho. El fue a cuya era la casa, y tanto trabajó, que se la desembarazaron aquella tarde. Ya casi noche, entramos en ella”.

 En esta ocación, se inauguró el convento sin poner el santísimo sacramento.” Fue la primera que fundé sin poner el Santísimo Sacramento, porque yo no pensaba era tomar la posesión si no se ponía; y había ya sabido que no importaba, que fue harto consuelo para mí, según había mal aparejo de los estudiantes”.

Los estudiantes , obligados a desalojar la casa, la dejaron como una lobera.Madre Teresa y Hna Sacramento la barrieron y ordenaron, lo mejor que pudieron. Se dijo la primera Misa y Madre Teresa pidió que vinieran más monjas.“ Como no deben tener esa curiosidad, estaba de suerte toda la casa, que no se trabajó poco aquella noche. Otro día por la mañana se dijo la primera misa, y procuré que fuesen por más monjas que habían de venir de Medina del Campo . Quedamos la noche de Todos Santos mi compañera y yo solas. Yo os digo, hermanas, que cuando se me acuerda el miedo de mi compañera, que era María del Sacramento, una monja de más edad que yo, y harto sierva de Dios, que me da gana de reír”.

 Teresa era de otra madera que hermana Sacramento.Mientras su compañera se moría de miedo, a ella se daban ganas de reir. Esta primera noche tuvieron que pasarla las dos carmelitas solas. Se metieron en un cuarto , cerraron bien las puertas, echaron unas pajas en el suelo , que les sirviera de colchón e intentaron dormir.
 
Sacramento seguía con sus miedos. Era la noche de los difuntos. Y qué se le ocurre a esta monja?  Le interroga a Madre Teresa:- Madre¿ y si yo me muriese esta noche. Vos qué haríais?- La respuesta fue inesperada: Ahora no se lo que haría. Pero vuestra merced esté segura de que , si ocurriera lo que Vd. dice, entonces decidiré lo que proceda.¡Ahora, déjeme dormir!         

No hay comentarios:

Publicar un comentario