martes, 22 de enero de 2013














SEÑOR, SIEMPRE ES MENESTER PEDIROS REMEDIO

En este capítulo 39 de Camino Santa Teresa interrumpe su narración que viene a ser como una conversación con sus lectores sobre lo que ocurre al alma que llega a la contemplación, y se pone a hablar directamente con Dios en oración de contemplación- Recemos nosotros con ella:

Pues, Padre eterno, ¿ qué hemos de hacer sino acudir a vos y suplicaros no nos traigan estos contrarios nuestros en tentación? Cosas públicas vengan, que, con vuestro favor, mejor nos libraremos; mas estas traiciones, ¿ quién las entenderá, Dios mío?

Siempre hemos menester pediros remedio. De cidnos, Señor, alguna cosa para que nos entendamos y aseguremos; ya sabeis;  ya sabéis que por este camino no van los muchos; y si han de ir con tantos miedos, irán muy menos.

Cosa extraña es ésta,¡ como si para los que no van por camino de oración, no tentase el demonio!, y que se espanten más todos de uno que engaña de los que van más llegados a perfección que de cien mil que ven en engaños y pecados públicos, que no hay de andar a mirar si es bueno o malo, porque a mil leguas se entiende es Satanás. A la verdad, tienen razón, porque son tan poquísimos a los que engaña el demonio de los que rezaren el Paternoster, como queda dicho, que como cosa nueva y no usada, da admiración. Por eso  pedimos al Señor “No nos dejes  caer  en la tentación” (CP. 39, 6-7). 

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