martes, 15 de enero de 2013




                                    DOMINGO II DEL TIEMPO ORDINARIO C.-DIA 20

 
                                                      HACED LO EL OS DIGA

    Aprendamos de este evangelio, primero, el caracter servicial de la fe de la Virgen María, y, segundo, su confianza total en Jesucristo, su Hijo.- Allí están en el pueblo de Caná. Habían ido allí María con Jesucristo y sus discípulos, para asitir a la boda de unos jóvenes esposos, a la que habían sido invitados. “ Faltó el vino y la Madre de Jesús le dijo:No les queda vino. Jesús le contestó: Mujer, déjame, todavía no ha llegado mi hora. Su madre dijo a los sirvientes: Haced lo que él os diga”.

 

      El primer rasgo que aparece es la preocupación de María por lo que está pasando: se ha acabado el vino.Aprendamos este ejemplo de atención a los demás, a las necesidades de los demás..., porque nuestra fe tiene que ser también servicial.- Un segundo rasgo en la actitud de la Virgen María es su confianza en Jesucristo, su Hijo. A pesar de que la respuesta que ha recibido de El es como de querer desentenderse del problema , porque le ha contestado a su madre: “todavía no ha llegado mi hora”, la hora de hacer milagros, para manifestar su poder sobrehumano, María dice a los sirvientes:” Haced lo que El os diga”.- Son palabras que cada uno de nosotros debemos escuchar de la boca de la Virgen María dichas también a cada uno de nosotros: “Haced lo que mi Hijo Jesucristo os diga”, al escuchar sus palabras del Evangelio, o a través de la iglesia, o cada uno a través de su propia conciencia cristiana,a la luz de la fe.

 

 Y el milagro se produjo: Jesucristo atendió a la necesidad expuesta por su madre, y convirtió unos cántaros de agua en cántaros de vino.-   La resonancia que tuvo ese milagro en aquellos comensales no fue el que alguno pensaría que iba a suceder finalmente, que todos terminaran un tanto o un mucho embriagados.- El efecto que produjo ese milagro lo recoge también el evangelio: “ Creció la fe de sus discípulos en él”.

 

    Son muchas las reflexiones que debemos hacernos: considerar la preocupación de la Virgen María por las necesidades de los demás, su confianza, la condescendencia de Jesucristo, el crecimiento de la fe de los discípulos de Jesús, y lo que nos dice la Virgen María:”Haced lo que El os diga”, siempre, aunque parezca difícil, porque para El nada hay imposible. Dios puede ayudarnos en todo momento. Sólo hace falta escucharle, obedecerle y seguir el camino que El nos marque. El siempre quiere lo mejor para nosotros.¡ Haced lo que El os diga!- Jesucristo manifiesta su poder y su misericordia no sólo en el templo, o en momentos solemnes, sino en la vida ordinaria, como fué asistiendo simplemente a la boda de unos amigos.

 

En cualquier lugar se nos puede manifestar el Dios infinito y eterno; en cualquier circunstancia, por muy vulgar que parezca, podemos invocar la ayuda de Dios y merecerla.- El Dios trascendente, santo e infinito, se hace cercano a sus criaturas, adaptándose a cualquier espacio y a cualquier tiempo. Es lo mismo que expresó nuestra Santa con aquella célebre y genial frase :” Tambien entre los pucheros anda el Señor. Entre los pucheros, entre los cántaros de agua, entre leprosos, ante un joven ciego de nacimiento, ante una multitud que no tiene que comer y puede desfallecer en el camino por el hambre, en la sinagoga, en el templo de Jerusalen, en cualquier sitio Jesucristo está dispuesto a manifestar la gloria de su divinidad, para que los hombres crean en El.



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