miércoles, 21 de marzo de 2012

VENGAMOS AL DESASIMIENTO QUE HEMOS DE TENER



VENGAMOS AL DESASIMIENTO QUE HEMOS DE TENER

Santa Teresa emplea el término “desasimiento” o “desasirse” para expresar una realidad muy profunda y clave para que el alma camine a la perfección de su libertad.

Una vivencia es estar asido, atrapado o preso del afecto de las personas o del uso de las cosas.Uno puede estar poseído por las cosas que se trae entre manos , o puede poseer las cosas sin estar preso de ellas. Es una advertencia muy apropiada que nos hace Madre Teresa para conquistar el autodominio y la verdadera libertad interior y exterior. Con ello expresa su anhelo hondo de libertad, su necesidad de soltar amarras de cosas y personas que la tienen asida.

Ante las cosas, el problema será cómo poseerlas, sin ser asido por ellas, sin caer en una dependencia esclavizante, como la del avaro, más poseído que poseedor. Ante las personas el asunto se plantea en cómo amar sin caer en la cárcel del amor, sin crear una nueva dependencia que encadene la libertad, Teresa habla desde su experiencia personal.

A la vez que hace un análisis desde la clave psicológica, Teresa se remonta al plano espiritual, darse por entero a Dios, aceptar el misterio insondable de su voluntad, “darse del todo al Todo”,por lo que será preciso que “no se nos dé nada por todo lo criado”.La escuchamos:

Ahora vengamos al desasimiento que hemos de tener, porque en esto está el todo si va con perfección. Aquí, digo, está el todo, porque abrazándonos sólo al Criador y no se nos dando nada por todo lo criado, Su Majestad infunde de manera las virtudes, que, trabajando nosotros poco a poco lo que es en nosotros, no tendremos mucho más que pelear; que el Señor toma la mano contra los demonios y contra todo el mundo en nuestra defensa.

¿Pensais, hermanas, que es poco bien procurar este bien de darnos todas al Todo sin hacernos partes?. Y, pues en él están todos los bienes, como digo, alabémosle mucho, hermanas, que nos juntó aquí, a donde no se trata de otra cosa sino de esto.

Y así no sé para qué lo digo, pues todas las que aquí estáis me podéis enseñar a mí; que confieso en este caso tan importante no tener la perfección como la deseo y entiendo conviene; y en todas las virtudes, digo lo mismo, que es más facil de escribir que de obrar; y aún a esto no atinara, porque algunas veces consiste en experiencia el saberlo decir, y debo atinar por el contrario de estas virtudes que he tenido (CP 8.1)


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