lunes, 20 de febrero de 2012

UN AMOR PURO ESPIRITUAL ES BUENO QUE NOS TENGAMOS



UN AMOR PURO ESPIRITUAL ES BUENO QUE NOS TENGAMOS

Este capítulo 6 del Camino de Perfección nos da a entender la clase de amor que Madre Teresa propone a su grupo de monjas de San José, como forma específica de una familia carmelitana. Quiere que entre ellas se amen con un amor puro espiritual.

Inspirado por la fe cristiana. No como un producto subjetivo de la propia persona, sino como don recibido de Dios, que es amor.. Ese amor es, por tanto, una virtud, que hay que desear, aficionarse a ella y conquistarla, la virtud de la caridad.

Teresa intuye la sublimidad de este tipo de amor espiritual, sin mezcla de sensual, y se ve incapaz de entenderlo bien y de expresarlo. Pero también aquí su humildad la delata para confesar palmariamente que no debe entender lo que dice, y la certeza de que el Señor quiere que sea bien dicho. La escuchamos:

Tornemos ahora al amor que es bien y lícito nos tengamos, del que digo es puro espiritual. No sé si sé lo que me digo, al menos paréceme no es menester mucho hablar en él, porque le tienen pocos. A quien el Señor se lo hubiere dado, alábele mucho, porque debe ser de grandísima perfección. En fin, quiero tratar algo de él. Por ventura hará algún provecho, que poniéndonos delante de los ojos la virtud, aficiónase a ella quien la desea y pretende ganar.”

“Plega a Dios yo sepa entenderle, cuanto más decirle; que ni creo sé cuál es espiritual, ni cuando se mezcla sensual, ni sé cómo me pongo a hablar en ello. Es como quien oye hablar de lejos, que no entiende lo que dicen; así soy yo, que algunas veces no debo entender lo que digo, y quiere el Señor sea bien dicho. Si otras veces fuere dislate, es lo más natural a mí no acertar en nada”(CP 8,1-2).

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