lunes, 23 de mayo de 2011

QUÉ CONTENTO TENDRÁN EN EL CIELO AQUELLOS A LOS QUE NO LES QUEDÓ COSA POR HACER POR DIOS DE LAS QUE LES FUE POSIBLE







Fue una constante de Teresa de Ávila procurar hacer las cosas lo mejor que sabía y podía. Hasta tal punto que prometió ante Dios haber lo más perfecto, entre las distintas alternativas que se le ofrecían en cada momento.



Por eso no oculta sus elogios a quienes, según su parecer, gozan en el cielo de un plus de felicidad por haber sido generosos en su entrega al Señor en vida terrenal.¡"Qué gloria accidental será y qué contento de los bienaventurados que ya gozan de esto; cuando vieren que -aunque tarde- no les quedó cosa por hacer por Dios de las que les fue posible, ni dejaron cosa por darle de todas las maneras que pudieron, conforme a sus fuerzas y estado; y el que más, más"!



¡ Qué rico se hallará el que todas las riquezas dejó por Cristo! ¡Qué honrado el que no quiso honra por El, sino que gustaba de verse muy abatido! ¡Qué sabio el que se holgó de que le tuviesen por loco, pues lo llamaron a la misma Sabiduria!"-



Y Teresa irrumpe solemnemente en una constatación de lo que ve a su alrededor. Constata que lo vulgar y corriente son las medianías, que lo que se lleva y estila es lo "políticamente correcto"- Y echa de menos el escándalo de los santos, la falta de hechos provocativos que interroguen sobre una vida de fe auténtica. Los santos son los que cambian el mundo. Desafía a cuantos "obran con discreción", y los enfrenta con Jesucristo que si se hubiera guiado por "la discreción" no se hubiera sometido a la crueldad de la pasión y crucifixión. Con una fina ironía se dice a sí misma y a sus contemporaneos:



Ahora pensamos se sirve ya más Dios de que nos tengan por sabios y por discretos! Luego nos parece es poca edificación no andar con mucha compostura y autoridad cada uno en su estado. Hasta nos parecerá que el fraile y el clérigo y la monja si lleva cosa vieja y remendada será novedad y servirá de escándalo a los flacos. Y aún estar muy recogidos y tener oración -según está el mundo y tan olvidadas las cosas de perfección de grandes ímpetus que tenían los santos-. que pienso hace más daño a las desventuras que pasan en estos tiempos; que no harían escándalo a nadie dar a entender los religiosos por obras lo que dicen por palabras; en lo poco que se ha de tener el mundo, que de estos escándalos el Señor saca de ellos grandes provechos".




¡ Siquiera que hubiese un dibujo de lo que pasó Cristo y sus apóstoles!, pues ahora más que nunca es menester"(V27. 14-16).


¿Cómo no se va a asombrar Teresa de verse rodeada de gente conformista,"discreta"? Ella ha nacido para dar lo mejor de sí misma, lo más perfecto, sin importarle que la vean como es.Sea el Señor bendito por siempre.Amen- Con mis saludos Nicolás González




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