domingo, 6 de febrero de 2011

TERESA SE SIENTE IMPULSADA POR DIOS A HACER COSAS GRANDES



Esta experiencia de Dios no la empequeñece en una soledad cerrada, ni en una mediocridad esteril. Todo lo contrario, la impulsa a lo nuevo, a lo grande, a dirigir su mirada hacia horizontes inmensos. Tampoco la importa sobresalir en la comunidad, en la que vive.


Es que este impulso de ir más allá de lo habitual no le viene de ella misma, sino de Dios. Esa es la cuestión. Es Dios el que la saca de ella misma y la abre a la inmensidad. Una vez que Teresa le ha dado a Dios las llaves de su voluntad, se ve otra, con un poderío capaz de innovar y de vencer, venga lo que viniere, digan lo que quieran, pase lo que pase.


Por eso se ve incomprendida. Nadie puede explicarse las ideas que propone ni las desconcertantes decisiones que toma, alegando que lo hace para mayor gloria de Dios. ¿Por qué? Porque hay experiencias que no hay quien lo crea si no ha pasado por ello.La escuchamos:


He visto por experiencia quedar el alma señora de todo...No hay quien lo crea , si no ha pasado por ello. Y así no creen a la pobre alma, a la han visto ruin , luego tan presto la ven pretender cosas tan animosas. Es que la da en no contentarse con servir en poco al Señor, sino en lo más que ella puede. Piensan que es tentación y disparate. Si entendiesen que no nace de ella, sino del Señor, a quien ya ha dado las llaves de su voluntad, no se espantarían.


Tengo para mí que un alma que llega a este estado, ya ella no habla ni hace cosa por sí, sino que de todo lo que ha de hacer, tiene cuidado este soberano Rey.¡Oh, válgame Dios, que claro se ve aquí la declaración del Salmo,54,7 "Quién me diera alas como de paloma, y volaría y descansaría". Se entiende que tiene razón, y la tendrán todos de pedir alas de paloma!


Se entiende claro que es vuelo el que da el espíritu, para levantarse de todo lo criado, y de sí mismo el primero; mas es vuelo suave, es vuelo deleitoso, vuelo sin ruido.


¡Qué señorío tiene un alma, que el Señor lleva hasta aquí, que lo mire todo sin estar enredada en ello! Le llueven en la cabeza mil persecuciones; la tienen por poco humilde, y que quiere enseñar a quien había de aprender, en especial si es mujer. Aquí es el condenar - y con razón- porque no saben el ímpetu que la mueve (V.21 24-25).


Pues ya lo sabemos. Quien se arrima a Dios que es grande, se hace grande a su lado- Con un cordial abrazo. Nicolás Gonzalez

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