viernes, 21 de enero de 2011

CONVERTIOS Y CREED EN EL EVANGELIO.DOMINGO 23 enero


En el Evangelio de este domingo, escuchamos lo que Jesucristo predicaba en Galilea: “El reino de Dios está cerca; convertios y creed esta Buena Noticia”. Y luego dijo a algunos hombres que eran pescadores :”Venid conmigo y seguidme”. La palabra de Jesús tuvo efecto poaitivo en personas como Simón, Andrés, Santiago y Juan que se pusieron a su disposición total.



También a nosotros nos dirige Jesucristo el mismo mensaje, la misma buena noticia:Convertios...,seguidme, porque está cerca el reino de los cielos.



En su predicación Jesucristo demostró tener una autoridad especial : deslumbraba por la autoridad con que predica y por la eficacia de su palabra. A la llamada de Dios, siempre benefactora, no cabe otra respuesta que la aceptación y el consentimiento, porque Dios nos ama y no puede querer nada más que lo mejor para cada uno de nosotros. Su palabra, si la acogemos como una semilla en el alma, se convertirá en fuente de paz, de gozo, de consuelo, porque nos enseña la verdad y los valores de la vida.




Ante el mensaje de Jesucristo no cabe la indiferencia, porque ante El nos jugamos el sentido de nuestra vida y nuestro destino. Jesucristo nos proporciona un contenido vivencial, una dirección y una unidad interior, que sólo El puede darnos.No es su palabra una de tantas que se oyen sin ningún contenido ni ninguna trascendencia para nosotros. Su palabra es la verdad en la que necesitamos apoyarnos, para estar fundados en sólido fundamento, para poder vivir en gozo y en paz.- La sociedad necesita de unos mínimos morales, sin los cuales los hombres se destruirían, como vemos que ha ocurrido en tantas partes y sigue ocurriendo en nuestro tiempo. Así lo entendieron sus discípulos; y por eso aceptaron su mensaje, creyeron en él y empezaron a obrar en conformidad con lo que él les decía y obraba. Y después se convirtieron ellos mismos en sus mensajeros y testigos fuera de Galilea, recorriendo los caminos del mundo hasta donde pudieron llegar. La palabra de Jesucristo ha ido impregnando la cultura de los pueblos, desde oriente hasta occidente, porque es una palabra que interesa a los hombres, y de la que depende la salvación de los hombres y la paz de las naciones.

Como luz de la verdad en medio de las tinieblas del error, no cede ante las condiciones adversas. Ante sus enemigos, que lo odian y tratan de ocultarle y marginarle, Jesucristo resiste proyectando el perdón, la comprensión, la luz de su amor, hacer el bien a todos por igual, incluso a sus enemigos.

Aprendamos del evangelio la palabra que Dios nos dirige, convertios, perdonaos los unos a los otros, amaos mutuamente...Resistid al mal, que encontreis a vuestro alrededor; también a vosotros os debe estimular para ser mejores, para reaccionar más activamente, sin dejaros vencer por el desaliento. Repitamos la oración que hemos dicho en el salmo: “Señor, instrúyeme en tus sendas” Enséñame el camino de la salvación”. Levantemos los ojos hacia Dios , del que nos viene la salvación. Dios nos lleva a veces por caminos extraños; sin embargo, estamos seguros de que El nos ama, nos busca y sólo puede querer nuestra felicidad.

Con mi cordial saludo, Nicolás González

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