lunes, 6 de diciembre de 2010

SE REPRESENTEN DELANTE DE CRISTO Y SE ESTÉN HABLANDO Y REGALANDO CON EL


Teresa llegó a tener una certeza tan grande del mejor método, que los creyentes debemos emplear para aproximarse al conocimiento de Dios, que se permite cuestionar a los muy sesudos teólogos. Lo hace con una cierta ironía, pero con total libertad.


Teresa termina encontrando la verdad sobre Dios en la propia experiencia. Y, como es lógico, el que presencia un hecho, con sus propios ojos, no cederá jamás a quienes se inventen modos de interpretarlo si no lo han visto. Lo que Teresa escribió, pensando en los teólogos de su tiempo, que los conocía bien por el trato personal que tuvo con varios de ellos, es de plena actualidad también en nuesttro tiempo.


Amigos del BLOG. En el fragmento, que voy a transcribir a continuación, podemos intuir la diferencia que hay entre los que hablan de Dios según la doctrina que han aprendido en clase o en los libros, y los que hablan de Dios desde el saber experiencial que da el haber estado hablando y regalándose con El. Veamos:


Miren también este aviso los que discurren mucho con el entendimiento, sacando muchas cosas de una cosa y muchos conceptos. Pero los que no pueden obrar con el entendimiento, como yo hacía, no importa, sino que tengan paciencia, hasta que el Señor les dé en qué se ocupen y luz, pues ellos pueden tan poco por sí, pues antes los embaraza su entendimiento, que los ayuda.


Pues, tornando a los que discurren, digo que no se les vaya todo el tiempo en esto, porque, aunque es muy meritorio, no les parece que ha de haber día de domingo, ni rato que no sea trabajar. ¡No saben lo que es oración sabrosa! Por eso les parece que es perdido el tiempo, y tengo yo por muy ganada esta pérdida.- Sino que, como he dicho, se representen delante de Cristo, y, sin cansancio del entendimiento, se estén hablando y regalando con El, sin cansarse en componer razones, sino presentar necesidades y la razón que tiene para no nos sufrir allí.


A cada cosa su tiempo. Lo uno, un tiempo, lo otro, otro. Porque no se canse el alma de comer siempre un manjar. Estos tiempos (de oración) son muy gustosos y provechosos. Si se usa el gusto en comer de ellos, traen consigo gran sustentamiento para dar vida al alma y muchas ganancias.


He lástima a los que comienzan con solos libros, que es cosa extraña cuán diferentemente se entiende de lo que, después de experimentado, se ve.


¡Gracias, Santa Teresa!. Por algo el Papa te declaró Doctora de la Iglesia, sin haber cursado en ninguna Universidad. Con el cordial saludo de vuestro Capellán

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