miércoles, 24 de marzo de 2010

ELEVANGELIO, SEGÚN SANTA TERESA. XII


Imagen de Dios Padre, con la bola del mundo en la mano.
Preside en lo alto de la Custodia del Corpus, de Ávila-
Juan de Arfe, a.1571

PADRE NUESTRO

Santa Teresa comenta el Padre Nuestro, haciendo unas consideraciones muy atinadas, que nos viene muy bien recordar. Nos ayudarán, sin duda, a que lo recemos con más atención y provecho.

Mirad las palabras que dice aquella boca divina (Jesucristo): Padre nuestro, que estás en los cielos.

Oh Hijo de Dios y Señor mio! ¿Cómo dais tanto desde la primera palabra?
Ya que os humillais a Vos con extremo tan grande, en juntaros con nosotros,al pedir y haceros hermano de cosa tan baja y miserable (el hombre), ¿cómo nos dais en nombre de vuestro padre todo lo que se puede dar? Pues quereis que nos tenga por hijos, y vuestra palabra no puede faltar.

Le obligais a que la cumpla, que no es pequeña carga.

Si nos tornamos a El, como el hijo pródigo, nos ha de perdonar, nos ha de consolar en nuestros trabajos, nos ha de sustentar, como lo ha de hacer un tal Padre, que forzado ha de ser mejor que todos los padres del mundo; porque en El no puede haber sino todo bien cumplido. Y, después de todo esto, ha de hacernos partícipes y herederos con Vos.

Teneis un buen Padre, que os lo da el buen Jesús. Pues procurad ser tales que merezcáis regalaros con El y echaros en sus brazos. Ya sabeis que no os echará de sí, si sois buenos hijos . Pues ¿ quien no procurará no perder tal padre? (Camino de Perfección,27, 2 y 7)

AMEN

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