lunes, 1 de febrero de 2010

LA PROFESIÓN RELIGIOSA



Escena bíblica.Representa a Abraham,nuestro padre en la fe,en Guerar.-Al hacer la profesión religiosa, también Dios llama, como a Abrahán, a salir y dejarlo todo.-Bajo relieve en plata. Juan de Arfe. 1571 Detrás el palacio real.Derecha puente sobre el rio.
Gn.20

LA PROFESIÓN RELIGIOSA
Desde la fe, es un impulso vital de consagración a Dios por el ministerio de la Iglesia, y compromiso estable de servirle y darle gloria.

Desde otro punto de vista, es el acto, en virtud del cual, una persona pasa de su condición de laico a la condición de religiosa, en este caso, monja. Hay mujeres que son “religiosas “ y otras que son “monjas”. Esta distinción se basa en la diferencia que hay entre “Congregación” religiosa y “Orden” religiosa. Las Carmelitas son “monjas” por pertenecer a la Orden del Carmen.

Volvamos a la joven Teresa de Ahumada. Su padre había firmado el 31 de octubre de 1536, ante notario, que entregaba la dote establecida para su manutención, y 32 monjas profesas habían igualmente firmado la aceptación de la joven postulante para profesa de velo negro. La dote estipulada consistía en entregar venticinco fanegas de trigo al año, o doscientos ducados, y el ajuar correspondiente de cama completa y hábitos.

Un mes después, el 29 de noviembre de 1536, vuelve el notario para levantar acta de cómo la priora Doña Francisca del Águila recibe autorización del Provincial de la Orden, Fray Antonio de Lara, para que pueda recibir en la casa a cuantas ella y la comunidad quieran, para ser monjas profesas o simplemente legas. Se abre las puertas del convento para que ingresen las que lo soliciten. Teresa se va encontrar con que ha huido del mundo, y se ve metida en otro mundo dentro del convento.

El acto de la profesión solemne de Doña Teresa de Ahumada se realizó de esta -manera. En la iglesia, ante el altar y el Santísimo, preside un fraile Carmelita, con estola al cuello, sentado. En el coro preside la priora y asisten todas las monjas. Comparece Doña Teresa de Ahumada, se pone de rodillas delante de la priora, y juntas sus manos, la candidata recita en voz alta el siguiente texto: “Yo, la hermana Teresa de Ahumada hago profesión y prometo obediencia a Dios a la bienaventurada María del Monte Carmelo y al Prior General de la Orden del Carmen y a ti Francisca del Águila priora del mismo convento de Santa María de la Encarnación y a tus sucesoras, según la Regla de dicha Orden, hasta la muerte”. El texto lo pronunció en latín, y por tres veces seguidas. Recibió el velo negro y un cinto de cuero, signos de su profesión solemne.Levantó acta un Notario Eclesiástico.
A partir de ese momento, Doña Teresa de Ahumada (nuestra Santa) adquiere plena capacidad jurídica en el convento, en la sociedad y en la iglesia. De la profesión, a semejanza del matrimonio, dimanaban efectos jurídicos, tales como poder votar y ser votada para priora, subpriora, y tomar parte activa en las decisiones que tome la comunidad etc.


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