domingo, 13 de septiembre de 2009

Carmelitas Coreanas

La reforma de la Orden del Carmen que instauró Santa Teresa de Jesús en Avila, fundando su primer convento de CARMELITAS DESCALZAS EL 24 DE AGOSTO DE 1562, ha llegado hasta Corea del Sur. Quisiera encontrar la via para localizar uno por uno todos los Conventos de frailes y monjas de la Orden del Carmelo Descalzo, esparcidos por los cinco continentes en estos momentos de comienzos del siglo XXI. Hoy quisiera referirme a tres conventos de Carmelitas Descalzas en Corea del Sur: uno en Seul, otro en Daejeon , y el tercero en Telle. El de Seul nació en el año 1940, fundado por monjas francesas. Las Carmelitas d eSeul han sido tan afortunadas en vocaciones, que ellas han dado origen a otras dos fundaciones nuevas una en Phnom Penh,Cambodia, y otra en Dongducheon, en la frontera con Corea del Norte. En total hay ocho Carmelos en Corea.
La sorpresa me la dió Esther Palma, una Misionera que pasó por Avila el pasado día 11.Me invitó a visitar Alba de Tormes, ciudad donde murió Santa Teresa y donde reposan sus restos. Allí precisamente,en el Convento de Carmelitas, residen dos monjas Coreanas procedentes del carmelo de Telle, de donde venía Esther. El gozo de estas dos jóvenes fue indescriptible cuando la tornera les dijo que estaba Esther a la puerta. La Priora les dió permiso para entrevistarse con Esther cara a cara, en el locutorio ,sin rejas, y hablar en Coreano con ella, por primera vez en un año que llevan viviendo en Alba. Conocieron así de primera mano y en su idioma noticias de su pais, y enviaron saludos y recuerdos para sus familiares, que Esther les transmitirá a partir de mañana, 14 de septiembre, que coge el vuelo con dirección de regreso a Corea del Sur.
Esther es una joven de 32 años, que con Laurence, belga, y Mónica ,polaca, las tres fundaron una pequeña comunidad misionera en Seul, hace tres años, sin conocer ni una palabra de coreano. Con la paciencia que solo Dios da, asistieron a clase durante dos cursos, a base de cuatro horas diarias, hasta poder ya sostener una conversación en Coreano, como lo demostró Esther en el locutorio del Convento de Alba el pasado día 11. Yo fui un testigo mudo.
Pues les deseamos todo lo mejor a estas jóvenes "Misioneras Servidoras del Evangelio", y a las Carmelitas Coreanas de Alba y de los Carmelos de Corea del Sur, a donde ha llegado el carisma y el mensaje perdurable de nuestra Santa.

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